![Foto ilustrativa](https://cdn.rt.com/actualidad/public_images/2015.11/article/563dcb5bc36188ea748b4592.jpg)
Basándose en resultados del estudio de
anillos anuales de antiguos cedros de Europa, científicos estadounidenses
crearon un atlas que muestra los cambios del nivel de precipitaciones en el
Viejo Mundo durante los últimos dos mil años y explica las grandes hambrunas de
los siglos XIV y XVIII.
Las crónicas medievales que datan de principios del siglo
XIV describen la gran hambruna que asoló a Europa la primavera de 1315 y
que durante dos años se cobró la vida de miles de personas.
Edward Cook, un geólogo de la Universidad de
Columbia (EE.UU.), y sus colegas afirman en un artículo publicado en la revista
académica 'Sience Advances' haber descubierto la causa
del desastre, marcado por niveles extremos de actividad criminal, infanticidio
y canibalismo.
El equipo de Cook creó un atlas de mapas climáticos
que muestra el alcance real de la catástrofe que sufrió Europa
en el siglo XIV. Para desarrollar los mapas los científicos se basaron en
resultados del estudio de anillos anuales de cedros centenarios y otros árboles
antiguos de Alemania, Escandinavia e Irlanda, algunos de los cuales, según
afirman los investigadores, fueron "contemporáneos de los antiguos romanos
y de Jesús".
El espesor de los anillos de crecimiento de
los árboles, explican los científicos, depende de factores que limitan el
crecimiento, como la temperatura, el total de la lluvia caída en el año y la
intensidad de la iluminación. Generalmente, cuanto menor es el nivel de
precipitaciones, el anillo es más oscuro y más fino.
Según afirman los investigadores, la gran hambruna de principios
del siglo XIV fue provocada por altas y anormales precipitaciones en la mayor
parte de Europa, desde Irlanda hasta Polonia, Bielorrusia y Lituania.
Solo Italia, el sur de España y la mayor parte del Imperio
Bizantino escaparon del flagelo del hambre.
Los científicos de la Universidad de Columbia también revelaron las
causas de la hambruna irlandesa de 1740-41, que resultó en la muerte de un
tercio de su población. De acuerdo con los investigadores, la tragedia no
fue provocada solo por un invierno anormalmente frío, sino también por
una primavera y un verano excepcionalmente secos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario